

La construcción del perfecto entramado de un espacio es un arte. Que las zonas de referencia en el diseño retail tienen que ver con el comportamiento de los visitantes es un hecho.
Es por eso que debemos conocer el mercado y a nuestros usuarios antes que cualquier otra cosa. Y así descubrir las zonas calientes y zonas frías.
El diseño global es importante para dar personalidad el espacio. Sin embargo, priorizarlo sobre las soluciones de negocio es un error.
La mayoría de clientes potenciales seguirán el recorrido que les propongas de manera orgánica. De esta forma, colocaremos los elementos de modo que este paseo sea lo más completo posible.
Por ejemplo, si colocamos el mostrador junto a la entrada. ¿Cómo crees que será la experiencia de un cliente que visita una tienda para adquirir un producto específico? Posiblemente lo localizará e irá a pagar directamente.
Como consecuencia, perdemos ventas potenciales.
Entonces, ¿y si diseñamos el espacio para que el cliente recorra el mayor rango posible antes de pagar? Si situamos el mostrador lejos de los puntos de acceso podremos conseguir esto.
Y de este hecho salen los conceptos zonas calientes y zonas frías en retail.
Las zonas calientes son aquellas que entran dentro del flujo natural del visitante. Como curiosidad, es en sentido contrario a las agujas del reloj.
Por tanto, las zonas frías son las áreas con menor afluencia de personas o las menos concurridas.
Con un diseño más o menos correcto, las zonas calientes y frías se dividen al 50%. El objetivo es aumentar las zonas calientes sobre sus análogas.
Estas zonas vienen fijadas por los puntos de acceso y la estructura del local. Pero, ¡ey, aquí estamos para solucionarlo! Ahora entran en juego los puntos calientes y fríos.
Los principales puntos calientes son los accesos, mostradores, puntos de asesoramiento y probadores. Estos elementos son vitales a la hora de establecer el diseño del espacio y nos ayudarán a llevar tráfico a las zonas frías.
Otros elementos que favorecen el tráfico y crean un punto caliente son las categorías o productos de alta rotación.
Por otro lado, los puntos fríos son de dos tipos. Los naturales según la arquitectura, como son por ejemplo las esquinas, y los creados. Estos segundos se deben a la mala gestión del diseño del espacio. Lo ideal es reducir al mínimo o eliminar los puntos fríos creados implementando un diseño adecuado.
Pues ya sabes un poquito más sobre las zonas calientes y zonas frías de referencia en el diseño retail. Si quieres ver algunos de nuestros trabajos, échale un ojo a la sección de proyectos. Y si buscas optimizar tu espacio, ya sabes, estamos a tu disposición.
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